Tres cines sólo para documentales que todo amante del género debe conocer

Feb. 14, 2017

Desde el comienzo del cine, el documental abarcó las pantallas que permitieron las primeras proyecciones cinematográficas de la historia. Recordemos la noche del 22 de Marzo de 1895, cuando los hermanos Lumiere convirtieran la sede de la Sociedad para el Desarrollo de la Industria Nacional de Paris en el primer prototipo de teatro para cine.

Aquella vez la pantalla que recibía las imágenes de La Salida de los obreros de la fábrica Lumiére en Lyon tenía de frente unos doscientos asientos donde se ubicaban más que todo influyentes empresarios de la nación francesa. Más tarde, otros de sus cortometrajes documentales se proyectarían cobrando entrada al público asistente al Salón Indien del Grand Café de París, el 26 de Diciembre de ese mismo año.

Los documentales hoy en día siguen siendo piezas cinematográficas que hacen de la realidad una materia fascinante, creando alrededor de sí cientos de miles de amantes y un sin fin de realizadores que hacen del género su manera de vivir. Este populoso público cautivo tiene cada vez nuevas posibilidades para disfrutar de la creciente distribución del documental. Entre ellas está el nacimiento de nuevos teatros exclusivos para la proyección del género.

Guidedoc te trae los tres mejores cines sólo para documentales que todo amante del género debe conocer.

1) Dokukino (Zagreb, Croacia)

En el seno de un país cuyo imaginario ha sido forjado gracias a su histórica producción de documentales se encuentra el Dokukino. Un pequeño cine de Zagreb dedicado a películas documentales creado por la organización RESTART, la cual también se encarga de la distribución y comercialización de documentales en toda Croacia. La organización comenzó como una sociedad para la educación y el incentivo a la realización del género, objetivos que luego llevaron a comenzar la producción de un modesto número de películas. Sin embargo, el equipo pronto detectó una falta de trabajo en cuanto a la relación entre las obras y el público. De allí nace la idea de crear un cine dedicado al cine documental. Y la respuesta ha sido magnífica.

“No estábamos muy seguros de que fuese a funcionar, hicimos la apuesta con la duda de si la audiencia estaría interesada. Pero lo hicimos y esperamos un tiempo… y fue funcionando de a poco. Una vez alcanzada esta mesa, nos dimos cuenta que tampoco había distribuidores de documentales y que deberíamos hacer eso también! Todo estuvo conectado, cuando empezamos a trabajar en el campo encontramos que algo faltaba, que nadie más estaba trabajando con este nicho. De esa forma también concluimos que era más fácil y más económico que nosotros nos ocupáramos de todo” explica Inja Kórac, una de las propulsoras del proyecto a Tourdecinemas.com.

Dokukino ofrece 6 nuevos documentales cada mes. El salón cuenta con treinta cómodos pufs que cubren la demanda de una exclusiva audiencia que acude a una oferta que consiste de sólo creativas piezas documentales. “Escogemos los films viajando por festivales, estando pendiente de qué hay de nuevo en el género a nivel mundial. Más que todo prestamos atención a temas locales, como ahora la crisis de refugiados. Pienso que ese es nuestro deber, propiciar debates” nos comenta Korak.

En este sentido, en el Dokukino también se organizan clases magistrales con directores, productores y técnicos que acuden a proyectar sus películas, al igual que es hogar de varios festivales como el Festival de Derechos Humanos, el Festival Subversivo, el vox Feminae o el Festival de cine de Zagreb. Desde el 2014 fue creada la sección “Hall de la Fama”, un espacio para la divulgación de piezas clásicas del cine documental.

El público que acude al Dokukino está compuesto más que todo por estudiantes entre 18 y 30 años, y asistentes mayores, de 50 o más años de edad. Gracias al éxito de la iniciativa, otra sala de proyección fue inaugurada en el mismo edificio.

En el futuro, el equipo sueña con tener un solo lugar donde puedan realizarse las variopintas actividades que ofrecen (proyección, educación, producción, comercialización). “En el Dokukino nosotros no sólo ofrecemos una película, ofrecemos una experiencia, una emoción”

2- Bloor Hot Docs Cinema (Toronto, Canadá)

Reabierto en Marzo de 2012 tras un periodo de renovaciones, el Bloor Hot Docs Cinema se yergue como el cine dedicado a documentales más grande del mundo. Si bien la clásica marquesina de la calle homónima de Toronto incluía películas de ficción en la programación de su anterior etapa, desde 2012 se perfiló como la sede oficial del reconocido Festival Hot Docs — uno de los festivales más grandes del género documental en el mundo y que en 2015 alcanzó una asistencia récord de más de 200.500 personas. Desde entonces, los documentales se adueñaron de su gran pantalla.

El letrero de neón que se yergue en su fachada es desde ya hace tiempo un ícono para los amantes del cine de la ciudad. Adentro, los esperan 700 cómodas butacas para presenciar una amplia gama de piezas documentales. La primera película en proyectarse la noche de su reinauguración fue Bog Boys Gone Bananas, del productor canadiense Bart Simpson. El film muestra la reacción pública de otro documental precedente llamado “Bananas” que contaba la historia de un grupo de trabajadores bananeros en Nicaragua que tuvieron éxito en su demanda contra la corporación Dole Food Company por exponerlos a los pesticidas de sus plantaciones.

El proceso de renovación del popular “Bloor” incluyó la remodelación de sus áreas interiores, incluyendo el lobby, y supuso un actualización tecnológica de su teatro. De esta forma, su pantalla blanca fue suplantada por una nueva de mayor tamaño con el fin de ofrecer una mejor experiencia de expectación. Igualmente, se instaló un sistema de proyección de video digital y un circuito de sonido de tecnología digital Dolby Surround. Sin embargo, el cine no prescindió de su fiel proyector de película de 35 milímetros, el cual fue parte de un mantenimiento y se encuentra en funcionamiento para proyecciones ocasionales de la legendaria emulsión cinematográfica.

3- Cine del DCTV (NewYork, Estados Unidos) * En Construcción

Ubicado en una antigua estación de bomberos en las inmediaciones del Barrio Chino de Manhattan, en el seno del famoso distrito de Tribeca — conocido por su festival de cine internacional — se encuentra el Downtown Community Television Center, un centro dedicado a la formación y producción cinematográfica en el área documental. Tras contar con una vasta experiencia comunitaria de más de cuarenta años, la institución sin fines de lucro se encuentra construyendo desde 2012 lo que será el primer cine de no-ficción de la gran manzana, el cual está previsto estrenarse en 2018.

Se trata de una idea propuesta por los documentalistas Jon Alpert y Keiko Tsuno, directores del centro, tras conseguir en 2006 una ayuda financiera de la corporación de desarrollo local por más de 800.000 $. Desde entonces, el proyecto se ha venido financiando desde el sector privado y público y ha atraído la atención de la comunidad cinematográfica nacional, incluyendo al ganador del Oscar por su documental “Bowling for Columbine” Michael Moore.

“Estoy muy orgulloso de ser un miembro fundador del primer cine dedicado a documentales de todo los Estados Unidos. Este es un día histórico para nuestra cinematografía y espero que este teatro inspire a otras ciudades de todo el país que busquen construir su propio cine sólo para documentales” fue una de las frases de Moore durante la ceremonia de recaudación de fondos para el proyecto.

Al grupo de padrinos de la iniciativa también se unió Morgan Spurlock, estrella y director del famoso “Supersize me”. “Dentro de unos años, los documentalistas no tendrán que preocuparse más de competir contra los “Señores de los anillos”, finalmente habrá un lugar donde sólo se muestren films documentales”

La estructura se encuentra en su etapa final de construcción sobre la base de un antiguo granero perteneciente al edificio de bomberos, la sede del DCTV, originalmente construido para los caballos que jalaban los vehículos de bomberos a finales de 1800. La arquitectura del teatro — el cual se calcula en un costo de 2.5 millones de dólares — está a cargo de Paul Alter y el mismo contará con un sistema digital de audio y video para un disfrute de 73 espectadores. Se espera que para 2018 abra sus puertas a más de 20.000 asistentes y muchos más vía internet.


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